Poemas de la vida para el que quiera y se aferre a ella, poemas de amor romanticos para ruborizar el alma, y los hay poemas tristes para sollozar en lagrimas.
Recibid este beso en la frente. Y ahora que os dejo, permitidme por lo menos confesar esto: no os agraviéis, vos que estimáis que mis días han sido un ensueño
Vivía sólo en un mundo de lamentaciones y mi alma era una onda estancada, hasta que la bella y dulce Eulalia llegó a ser mi pudorosa compañera, hasta que la joven Eulalia, la de los cabellos de oro, llegó a ser mi sonriente compañera
Brillantemente ataviado, un galante caballero, viajó largo tiempo al sol y a la sombra, cantando su canción, a la busca del Eldorado. Un poema de Edgar Allan Poe
Porque siento que allá arriba, en el cielo, los ángeles que se hablan dulcemente al oído, no pueden encontrar entre sus radiantes palabras de amor una expresión más ferviente que la de madre